
Científicos de la Universidad de Cambridge han descubierto que los cerebros de las personas con autismo son menos activos cuando se involucran en pensamientos autorreflexivos. El estudio publicado en la revista Brain proporciona nueva evidencia de los correlatos neuronales de la autoconciencia y una nueva ventana para comprender las dificultades sociales en las condiciones del espectro autista.
En el nuevo estudio, Michael Lombardo, el profesor Simon Baron-Cohen y sus colegas del Centro de Investigación del Autismo de la Universidad de Cambridge utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) para medir la actividad cerebral de 66 voluntarios varones, la mitad de los cuales tienen un diagnóstico de una condición del espectro autista.
Lombardo pidió a los voluntarios que emitieran juicios sobre sus propios pensamientos, opiniones, preferencias o características físicas, o sobre los de otra persona, en este caso la Reina. Al escanear los cerebros de los voluntarios mientras respondían a estas preguntas, los investigadores pudieron visualizar las diferencias en la actividad cerebral entre aquellos con y sin autismo.
Estaban particularmente interesados en una parte del cerebro llamada corteza prefrontal ventromedial (vMPFC), conocida por estar activa cuando las personas piensan en sí mismas. "Esta área es como un detector de relevancia propia, ya que normalmente responde más a la información que es relevante", dice Lombardo.
Lombardo descubrió que esta área del cerebro estaba más activa cuando a los voluntarios típicos se les hacían preguntas sobre ellos mismos en comparación con cuando estaban pensando en la Reina. Sin embargo, en el autismo esta región del cerebro respondió por igual, independientemente de si estaban pensando en ellos mismos o en la Reina.
Según Lombardo: "Este nuevo estudio muestra que dentro del cerebro autista, las regiones que normalmente prefieren información relevante para sí mismo no distinguen entre pensar en uno mismo o en otra persona. Esta es una fuerte evidencia de que en el cerebro autista, procesar información sobre uno mismo es atípico".
El autismo se ha considerado durante mucho tiempo una condición de egocentrismo extremo. La palabra 'autismo' proviene de la palabra griega 'autos', que significa 'uno mismo'. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que las personas con autismo también tienen dificultades para pensar en sí mismas. El estudio de Lombardo ayuda a explicar esta paradoja: "Superficialmente, estas dos observaciones parecen opuestas, pero pueden converger en una explicación neurobiológica común de que el cerebro autista responde menos a la información que es relevante para sí mismo", dice Lombardo.
La nueva evidencia sobre el cerebro autista ayudará a los investigadores a comprender mejor las dificultades sociales de las personas con autismo.
Lombardo agregó: "Navegar en las interacciones sociales con otros requiere hacer un seguimiento de la relación entre uno mismo y los demás. En algunas situaciones sociales es importante notar que 'soy similar a ti', mientras que en otras situaciones podría ser importante notar que 'soy diferente a ti'. La forma atípica en que el cerebro autista trata la información relevante para sí mismo como equivalente a la información sobre los demás podría descarrilar el desarrollo social de un niño, particularmente en la comprensión de cómo se relacionan con el mundo social que los rodea".