
Científicos de Queen Mary, Universidad de Londres, han descubierto diferencias fundamentales entre el hueso que forma el cráneo y los huesos de nuestras extremidades, que creen que podría ser la clave para abordar la debilidad ósea y las fracturas.
Es bien sabido que los huesos de los brazos y las piernas se vuelven débiles y vulnerables a las fracturas cuando no se mantienen con ejercicios de carga. Sin embargo, el hueso del cráneo, que casi no soporta peso, sigue siendo especialmente resistente a la rotura.
La nueva investigación publicada en PLoS ONE ofrece por primera vez una explicación de este fenómeno. Los investigadores dicen que su nueva comprensión de las diferencias entre los dos tipos de huesos podría conducir a nuevas formas de tratar o prevenir la osteoporosis.
Las personas que desarrollan osteoporosis tienen huesos frágiles que tienden a romperse. La condición se vuelve más común a medida que envejecemos, especialmente en mujeres posmenopáusicas cuando los niveles de estrógeno caen dramáticamente. En los mayores de 50 años afecta a la mitad de todas las mujeres y a una quinta parte de todos los hombres.
Los investigadores querían entender por qué los huesos del cráneo son resistentes al adelgazamiento de los huesos a medida que envejecen, incluso en mujeres posmenopáusicas.
Para investigar esto, observaron en detalle células óseas de rata del cráneo y las compararon con células de huesos de extremidades. Encontraron diferencias entre la apariencia de las células y su comportamiento en el laboratorio. También notaron que el tratamiento de las células con estrógeno tenía un efecto mucho mayor en las células del hueso de la extremidad.
Debido a que las diferencias son tan profundas, los investigadores creen que se establecen muy temprano en la vida, probablemente cuando los huesos aún se están formando en el útero.
Los investigadores también realizaron un estudio genético detallado de los dos tipos de células óseas. Observaron qué genes estaban activos en los dos tipos de células y encontraron un sorprendente nivel de diferencia entre los dos. Encontraron un total de 1236, alrededor del cuatro por ciento del genoma, que mostraban diferentes niveles de actividad en los dos tipos de células óseas.
Entre estos, encontraron una serie de genes que se sabe que están involucrados en el proceso de formación de huesos sanos.
El autor principal, el Dr. Simon Rawlinson, profesor de biología oral en Queen Mary, Universidad de Londres, explicó: "Esta investigación es emocionante porque nos dice por qué nuestros cráneos siguen siendo tan duros a medida que envejecemos en comparación con los huesos de nuestra brazos y piernas.
"Ahora entendemos mejor este fenómeno, también entendemos mejor la osteoporosis. Y esto ha abierto muchas nuevas líneas de investigación sobre cómo se puede tratar o incluso prevenir la enfermedad".